Portugal presume de su centenario "chardonnay" en la feria Beira Interior

El afamado vino espumoso "chardonnay" presume estos días de ser uno de los caldos centenarios autóctonos de Portugal en la Feria "Vinhos e Sabores" de Pinhel, gracias a los viñedos que se conservan en la región de la Beira Interior, fronteriza con España.

Pinhel (Portugal), 19 nov (EFE).- El afamado vino espumoso "chardonnay" presume estos días de ser uno de los caldos centenarios autóctonos de Portugal en la Feria "Vinhos e Sabores" de Pinhel, gracias a los viñedos que se conservan en la región de la Beira Interior, fronteriza con España.

Manuel Garret, ingeniero agrónomo portugués y uno de los herederos de las bodega lusa Almeida Garret, fundada hace más de un siglo, explicó hoy a EFE que cada año elaboran "alrededor de 6.000 botellas de chardonnay", que se venden por todo el mundo, ya que es un vino muy selecto debido a su proceso de maduración.

Según Garret, este "espumante" no se puede comparar con el tradicional cava porque "está elaborado con una sola variedad, la chardonnay, mientras que los cavas se producen con tres variedades de uva".

Otro de los "secretos" de este codiciado espumoso es su proceso de fermentación, ya que "primero se crea un vino base mediante la uva blanca chardonnay y luego, ya en la botella, en la que permanece tres años, fermenta una segunda vez", dando origen así a la espuma, debido a que se libera el dióxido de carbono.

El maridaje de los espumosos también es protagonista en la Feria "Vinhos e Sabores" de Pinhel gracias a la creación que ha lanzado este fin de semana el empresario portugués Pedro Pinheiro, basada en una compota aderezada con vino espumoso.

Se trata de la compota denominada "geleia", que tiene mermelada aguada con vino espumoso y que se sirve en un recipiente con forma de tubo, similar a los de la pasta dentífrica, que ha sido diseñado por una empresa de la región española de Galicia.

"Lo hemos elaborado especialmente para lanzarlo en esta feria con la intención de comprobar si tiene buena aceptación, ya que queremos venderlo por todo el mundo", explicó Pinheiro.

Este empresario también ha hecho posible el maridaje de la compota de arándonos con el afamado Vino de Porto, que le da un sabor dulzón.

En el certamen, que concluye hoy, Rodolfo Baldaia de Queirós, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de la Beira Interior, explicó a EFE que "uno de los principales mercados que quieren conquistar en los próximos años es el español".

La Denominación de Origen Beira Interior está formada por más de medio centenar de bodegueros que generan un volumen de negocio anual de cien millones de euros.

Según Baldaia, una de las apuestas de esta demarcación vinícola de 16.000 hectáreas de viñedos, pasa por producir vinos más suaves.

"El público demanda cada vez más vinos que no sean tan fuertes, prefieren caldos más elegantes y frescos", aseguró el director técnico.

Por ello, quieren potenciar la variedad originaria de esta zona conocida como la "rufete", un tipo de uva que también existe en la comarca española del Parque Natural de la Sierra de Francia (provincia de Salamanca).

Con esa variedad, "estamos logrando vinos muy elegantes que no cansan a los catadores".

El alcalde de Pinhel, Rui Ventura, recordó que desde esta comarca, donde está la mayor producción de vinos de esta denominación, se está "apostando" por la internacionalización, por lo que este año la feria acogerá la entrega de premios de la entidad hispanolusa "Vinduero-Vindouro", que cada año evalúa más de medio millar de vinos de la península ibérica.

Según avanzó el presidente de la Denominación de Origen Beira Interior, João Carvalho, una cuarta parte de todos los vinos certificados que se elaboran en esta zona son exportados, debido a la creciente aceptación que están teniendo por todo el mundo.